domingo, 20 de marzo de 2011

Lo que no debes perderte: su gastronomía


Los platos que no hay que perderse son las albóndigas, salchichas y guisos de cordero. En cuanto a la caza, destacar el ciervo, el reno, el alce y las perdices de las nieves.

El famoso bacalao y salmón noruego son exquisitos. Hay que probar el rakfisk, un plato de trucha fermentada que es la especialidad del Valdres y de los valles del interior. La caballa es muy típica de la costa sur, y el marisco también abunda.


En Noruega es típico untar queso de cabra marrón, sobre una rebanada de pan o barquillo y acompañarlo de un buen café. En los postres noruegos son típicos las zarzamoras árticas, los árandanos y fresas noruegas.

La bebida nacional es la cerveza. Se puede acompañar de una copita de aquavit, exquisito aguardiente a base de patatas y comino presente en todos los restaurantes (aunque por lo general es importado de Suecia y Dinamarca).

Lo que no debes perderte: sus museos y centros culturales

La mejor colección de arte de Noruega está en la Galería Nacional, en cuya sala dedicada a Edvard Munch se puede admirar su famoso cuadro El Grito, pero es la península de Bygdoy la que acoge los museos más interesantes. Para acceder a ella, hay que tomar el autobús 30. En verano hay transbordadores desde el muelle de la plaza del Ayuntamiento.


No hay que dejar de ir al Museo de los Barcos Vikingos, donde se exponen los objetos recuperados de tres barcos funerarios y las dos naves vikingas en madera del siglo IX mejor conservadas del mundo: la embarcación real Oseberg y la Gokstad. Entre la multitud de pertenencias con que los caudillos vikingos hacían enterrarse, como muebles, ropas o joyas, llaman la atención los trineos ceremoniales que utilizarían en la otra vida...

En el Museo Kon-Tiki se expone la balsa original de juncos de totora con la que Thor Heyerdahl atravesó el Pacífico en 1947 para demostrar que los primeros polinesios procedían del Perú preincaico, y la posterior balsa de papiro Ra II con la que cruzó el Atlántico en 1970. Con caminar unos metros podremos visitar el Museo de la Nave Polar Fram, construida en 1892 y usada en tres expediciones polares. Fue el barco con el que Roald Amundsen llegó al Polo Sur en 1911, adelantándose un mes a Scott, que luego moriría en el viaje de regreso.

En el Museo Folclórico se puede apreciar la arquitectura de las distintas regiones de Noruega gracias a su colección de 153 casas antiguas de madera, así como la maravillosa iglesia de madera de Gol del siglo XIII construida sin un solo clavo. Es el más grande de Noruega y presume de ser el museo al aire libre más antiguo del mundo.


Las singularidades de Oslo: sus iglesias

La Iglesia de Noruega, de filiación luterana, tiene un obispo con sede en Oslo, que además de este municipio también incluye los dos municipios de Akershus al occidente de la ciudad: Asker y Baerum. En Oslo tienen sede cinco de las de seis Diócesis territoriales: Domprostiet, Aker meridional, Aker oriental, Aker septentrional y Aker occidental.

Otras comunidades luteranas también están representados en la capital, como la Iglesia Evangélica Luterana Libre y la Sociedad Evangélico-Luterana.

En Oslo hay también organizaciones religiosas que pertenecen entre otros a los adventistas, la Iglesia Anglicana, la Comunidad Bautista Noruega, la Iglesia Católica, los cuáqueros, el Metodismo, la Asociación Misionera, la Iglesia Católica Nórdica, la Iglesia Nueva Apostólica, la Iglesia Ortodoxa, el Pentecostalismo, la Iglesia Ortodoxa Rusa y varias comunidades cristianas menores independientes y de carácter local.

El mayor seguimiento fuera de la Iglesia Noruega es el Catolicismo Romano y el Pentecostalismo. La Iglesia Católica cuenta con la Catedral de San Olaf de Oslo, sede de la diócesis del mismo nombre y el principal templo católico de toda Noruega.

Muchos habitantes de la ciudad pertenecen a comunidades religiosas no cristianas. A 1 de enero de 2004, había en Akershus y Oslo 59.846 musulmanes en 39 congregaciones y 9.492 budistas en 5 congregaciones

En 2006, las estadísticas oficiales arrojaron nuevos datos, con un total de 89.313 personas pertenecientes a comunidades religiosas distintas a la Iglesia de Noruega: 2.441 budistas, 33.895 musulmanes, 33.229  cristianos; 3.228 de otra religión y 16.520 de creencias no religiosas.

Las singularidades de Oslo: su población

Alrededor del 25% de la población es inmigrante (unos 140.000 habitantes). Los noruegos de origen pakistaní representan 20.036 habitantes, seguidos por somalíes (9.708), suecos (7.462) y cingaleses (7.128), siendo las cuatro minorías más importantes de la ciudad. Otras importantes comunidades son de origen polaco, vietnamita, turco, iraquí y danés.


La población de Oslo está actualmente creciendo a un ritmo de cerca de un 2% anual (17% sobre los últimos 15 años), por lo que es la capital escandinava que más rápido crece. El incremento de la población es debido a la alta tasa de natalidad y la inmigración. En particular, la inmigración procedente de Polonia y los países bálticos se ha incrementado espectacularmente desde que estos países se adherieron a la Unión Europea en 2004.

Las singularidades de Oslo: su clima


Oslo se caracteriza por tener un húmedo clima continental. Los veranos son frescos, con temperaturas máximas diarias de entre 15,1 y 15,5 °C de media durante los meses de verano (de junio a agosto).Las temperaturas polares aparecen a finales de octubre. Hay cuatro estaciones distintas: el invierno, que comienza a principios de diciembre y dura hasta el mes de marzo; la primavera, de abril a mayo; el verano, como se ha mencionado anteriormente, de junio hasta agosto; y el otoño, que suele aparecer a mediados de septiembre y finaliza durante el mes de noviembre. Las olas de calor no son improbables en el verano y disparan las temperaturas más allá de los 20 °C.

El invierno es la estación más dura de Oslo, con tiempo extremo y nieve. Las temperaturas pueden alcanzar los -25 °C e incluso temperaturas más frías cuando la presión es alta y los cielos están despejados. Las temperaturas bajo cero suelen producirse desde octubre hasta abril, siendo los meses más fríos enero y febrero con temperaturas medias de -7 y -12 °C

La temperatura más baja registrada en Oslo fue de -32,9 °C en febrero de 1871. Las nevadas se extienden uniformemente a lo largo de los meses de invierno y, por regla general, suelen ser de más de 35 centímetros de cubierta de nieve durante 20 días al año. Las temperaturas han tendido a ser algo más altas en años recientes.

viernes, 11 de marzo de 2011

Las singularidades de Oslo: su historia

Oslo fue fundada alrededor del año 1048 d.C. por el rey Harald Hardråde. Oslo fue convertida en ciudad capital en 1314 por el rey Haakon V (1299-1319), quien fuera el primer rey en residir permanentemente en la ciudad y también quien iniciara la construcción del castillo de Akershus. Varios incendios asolaron la ciudad en la Edad Media destruyéndola casi totalmente, pero en todas las ocasiones fue reconstruida.

El hecho de que la Universidad de Oslo fuera fundada tan tarde como en el año 1811, tuvo un efecto adverso sobre el desarrollo de la nación. Con la llegada de la Reforma en el siglo XVI las numerosas iglesias y los conventos, la mayoría de ellos abundantes en recursos, fueron sometidos al saqueo y abandonados a la ruina tras los incendios que azotaron Oslo, o bien fueron destruidos para utilizar la piedra en otras construcciones.

Tras un incendio de tres días en 1624 el rey Cristián IV decidió trasladar la ciudad a las cercanías de la fortaleza de Akershus y renombrarla como Cristianía. Ésta fue erigida como una ciudad fortificada con bastiones, con Akershus como ciudadela. El trazado urbano seguía el modelo renacentista.

domingo, 6 de marzo de 2011

Lo que no debes perderte: las islas y los lagos


En Oslo existen 40 islas, de las cuales la mayor es Malmøya. También son muy conocidas las islas de Hovedøya -popular por las ruinas de un antiguo monasterio-, Lindøya, Nakholmen, Bleikøya (las tres son famosas por sus cabañas al borde del agua), Gressholmen (por sus conejos) y Langøyene. A todas éstas se accede fácilmente con los trasbordadores que salen de Vippetangen.

También cuenta con más de 340 lagos, los cuales sirven como fuente de agua potable, siendo el mayor Maridalsvannet -con 3,91 kilómetros cuadrados-; y con dos pequeños ríos que atraviesan la ciudad: el Akerselva (desemboca en el fiordo de Bjørvika) y el Alna (el más grande de Oslo).

Lo que no debes perderte: el monte Kirkeberget

La ciudad de Oslo que se encuentra sobre un fiordo (barranco excavado por un glaciar) que tiene el mismo nombre. Toda la ciudad, la más poblada de Noruega, está rodeada por cerros y montañas de poca altura.
El punto más alto, de origen natural, es el monte Kirkeberget, que apenas se eleva hasta unos 629 metros de altura. Esta es una de las excursiones más interesantes y una de las que más hacen los turistas. En el verano está pensada para hacer senderismo y en invierno se puede esquiar.